De conformidad con las disposiciones contenidas en el COPP, la organización judicial de la jurisdicción penal está conformada, en cada Circuito Judicial Penal, por una Corte de Apelaciones y por Juzgados de Primera Instancia que cumplen funciones de Control, de Juicio y de Ejecución, de manera rotativa, lo cual permite preservar el principio de la doble instancia